La revolución de los cosméticos.

Los exosomas y el rejuvenecimiento de la piel

La piel muestra signos evidentes y visibles de envejecimiento conforme uno se hace mayor, por lo que desde el punto de vista estético, se hace evidente la necesidad de utilizar cosméticos y productos farmacéuticos para prevenir o revertir el envejecimiento de la piel. Como parte de una nueva revolución de productos destinados al rejuvenecimiento de la piel, se han desarrollado productos cosméticos con ingredientes solubles derivados de células madre mesenquimales (secretoma de MSC), conocidos como exosomas, factores de crecimiento y citocinas. Su función principal es la de promover el crecimiento de las diferentes poblaciones de células de la piel (fibroblastos, queratinocitos, melanocitos), la síntesis de proteínas de sostén (colágeno, elastina y ácido hialurónico) y promover la comunicación intercelular, entre otras importantes funciones, con fines de regeneración y rejuvenecimiento de la piel.

Los exosomas son vesículas de tamaño nanométrico que sirven como mediadores de la comunicación entre células. Con sus composiciones únicas de carga de ácidos nucleicos, proteínas y lípidos reflejan las características de las células productoras, los exosomas pueden utilizarse como agentes terapéuticos libres de células y sin metabolismo activo. Entre los exosomas derivados de diversos orígenes celulares, los exosomas derivados de MSC han ganado gran atención debido a sus funciones anti-envejecimiento, antiinflamatorias y de regeneración de heridas, demostrado en distintos ensayos preclínicos y clínicos. Estas propiedades son esenciales para el rejuvenecimiento de la piel y muestran el potencial de la integración de los exosomas con los productos cosméticos para el cuidado y rejuvenecimiento de la piel. El envejecimiento de la piel es un proceso natural causado tanto por factores intrínsecos como por factores extrínsecos. El envejecimiento intrínseco es un proceso fisiológico inevitable que da como resultado una piel delgada y seca, arrugas finas y una atrofia dérmica gradual, mientras que el envejecimiento extrínseco se debe a factores ambientales externos como la contaminación del aire, el tabaquismo, la mala nutrición y la exposición al sol, lo que resulta en arrugas gruesas, pérdida de elasticidad, flacidez y apariencia de textura rugosa. En particular, la exposición a largo plazo a la radiación solar ultravioleta (UV) produce fotoenvejecimiento. 

Ensayos preclínicos y clínicos han demostrado que los exosomas derivados de MSC, pueden prevenir o revertir el envejecimiento de la piel. Por ejemplo, los exosomas pueden; (1) inducir la regeneración de la barrera cutánea epidérmica aumentando síntesis de ceramidas, dihidroceramidas, esfingosina y S1P; (2) pueden reducir la inflamación y (3) la picazón (prurito) de la piel mediante la inhibición de citocinas inflamatorias; (4) pueden inducir la síntesis de colágeno y elastina en fibroblastos de la dermis humana (HDF); y (5) y pueden inducir el crecimiento de los fibroblastos dérmicos y de las células dérmicas de las papilas humanas (HDP). Se ha observado que los exosomas tienen un efecto en la formación de tejido adiposo blanco, cuya función es de reserva de energía y regulación de la temperatura corporal. En un producto cosmecéutico, los exosomas liofilizados humanos mostraron efectos beneficiosos como los antiinflamatorios y reducción del tiempo de inactividad después de tratamientos cutáneos ablativos como las terapias con láser, micro-dermo-abrasiones, entre otros.

Los exosomas son capaces de permear las capas más externas de la epidermis y gradualmente penetran capas más profundas de la misma. En piel humana después de un tratamiento con exosomas por 3 días, se puede encontrar una mayor expresión de colágeno I y elastina, mientras que en cultivo in vitro, los exosomas se integran en fibroblastos dérmicos humanos y esto promueve su migración y aumento de la síntesis de colágeno. En la piel de ratones con fotoenvejecimiento inducido por UVB, los exosomas disminuyeron las arrugas, a través de la atenuación de la producción de especies reactivas de oxígeno y de la respuesta inflamatoria; que son dos factores clave en la activación de metaloproteasas de matriz y la degradación del colágeno. Los exosomas también promueven el crecimiento y diferenciación de las células epiteliales y fibroblastos dérmicos, contribuyendo al fortalecimiento y regeneración de la piel.

Los exosomas derivadas de fibroblastos senescentes, incubados transitoriamente con queratinocitos promueven su crecimiento, pero el estímulo a largo plazo altera su diferenciación. Se ha demostrado que la senescencia celular puede ser aliviada o revertida por exosomas, a través de su contenido exclusivo de microRNAs,  RNAs no codificantes y enzimas, ya que esto, aumenta el crecimiento de las células senescentes pero reducen el fenotipo secretorio asociado a senescencia. Esto es de gran potencial para reducir o eliminar las células senescentes en los tejidos y crear un entorno pro-regenerativo y de homeostasis tisular en la piel. En resumen, los exosomas incorporados a cosméticos son un producto de próxima generación para la estética regenerativa, ya que afectan positivamente a múltiples capas de la piel, incluida la epidermis (queratinocitos), la dermis (fibroblasto, células inflamatorias y folículo piloso) y potencialmente la hipodermis (grasa subcutánea). Contribuyendo de manera beneficiosa a retardar o prevenir el envejecimiento de la piel y conferir una apariencia cosmética mejorada a la misma.

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